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No quiero que nadie confunda esto con muchos de los otros blogs que hay que invitan a que uno quiera ser anoréxico o bulímico. Yo solo intento contar lo que no he podido contarle a nadie. Todo el mundo te juzga hagas lo que hagas, y preferiría poder desahogarme en un lugar donde pudiera ser yo misma sin necesidad de temer a cambio unos comentarios críticos del resto de la gente.
No creo que yo sea capaz de atraer a alguien al mundo de Ana y Mia, pero en el caso de que suceda, lo lamento, pues no era mi intención. Solo intento demostrar que esto puede parecer atractivo para gente descontenta con su cuerpo visto desde un punto de vista externo, pero si lo vives en primera persona, las cosas cambian.

No dejes que se apodere de ti.

No dejes que se apodere de ti.
Tú vales más que una imagen.

domingo, 27 de febrero de 2011

RECETA PARA VENCER LA ANOREXIA:

Ingredientes:
  • 1 kilo de voluntad
  • 1/2 ración de esperanza
  • 5 cucharaditas de amor a una misma.
  • Y el ingrediente más importante: TU MEJOR SONRISA.

Pasos:

  1. Se ha de vertir la voluntad en un bol para confesarle a tus padres o a las personas que te importan lo que te está sucediendo.
  2. Se mezcla suavemente con la esperanza para hacerse a la idea de que todo va a ir bien y que te van a ayudar.
  3. Cuando esté bien mezclado, una a una se echan las cucharaditas de cariño a una misma mientras se pone en la cara tu mejor sonrisa.
  4. Se deja hornear durante un tiempo. Es indefinido, cambiante dependiendo de la persona.
  5. Al sacarlo del horno, Ella habrá desaparecido y podrás ser de nuevo la de antes. Serás más fuerte por haberte enfrentado a una enfermedad como esta y valorarás más las cosas que tienes.

Ánimo a todas. Puede que no sea tan fácil como parece, pero hay que poner buena cara al mal tiempo.

viernes, 18 de febrero de 2011

De nuevo, lo siento por no escribir


Cada vez es menos frecuente ver nuevas entradas. La verdad es que he tenido examenes últimamente. Y he estado de bajones.

Ayer me corté como nunca porque la hermana de mi novio, en un intento de ayudarme fallido, se tomó a mal un comentario que le dije de que "no era necesario que me ayudara". Pensó que decía "DÉJAME EN PAZ". Y me mandó un mensaje muy atacante diciéndome que si le tengo que echar más cojones a la cosa y blablabla. Nada. Veinte cortes horizontales que apenas pueden tapar mis guantes.

Puede que yo sea muy sensible, pero es que no tenía realmente NINGÚN derecho a decirme esas cosas. Aún así, no puedo culparla, porque ella solamente intentó ayudarme.

En el hospital tampoco me están ayudando nada. Me han puesto en una terapia de grupo en la que se tratan problemas de adolescentes. Pero se nota que fue porque no tenían ni idea de qué hacer conmigo.


A veces creo que nunca encontraré la manera de ser feliz. A veces creo que nunca voy a curarme. A veces creo que voy a hundirme en esta mierda para siempre.

Pero entonces me doy cuenta de lo que tengo delante. Tal vez tarde un día o dos y me pasé un tiempo hecha una mierda. Pero acabo levantándome y mirándola a Ella a los ojos. A la enfermedad.

Supongo que es lo bueno de que toques fondo. Que solamente puedes subir.


(Por cierto, el otro día encontré una canción, y me gustaría ponérosla: http://www.youtube.com/watch?v=BalQSlMnqDE

A mí personalmente no me gusta este tipo de música, pero la letra me enamoró. Cuando estoy triste, muchas veces me la pongo para calmarme. Espero que os guste. )

viernes, 4 de febrero de 2011


Es extraña la manera con las que nos definimos a nosotras mismas.

Princesas.


Personalmente, a mí nunca me han gustado los cuentos de hadas. Normalmente estaba a favor de los malos, aun sabiendo que iban a perder. Odio a Blancanieves, Cenicienta, la Bella Durmiente. Jasmine. Y probablemente todas las princesas que haya de películas de Disney.

Y ahora aquí estoy. Soy una princesa.

Me he prácticamente matado de hambre, pero soy una princesa.

Me he metido los dedos en la garganta, pero soy una princesa.

Me he cortado con un cúter, un compás, unas tijeras, o mis propias uñas, pero soy una princesa.
Suena ridículo, en mi opinión. Pero supongo que eso no importa.

Porque yo era una princesa antes de ayunar, vomitar y autolesionarme. Y he necesitado hacer todo eso para darme cuenta. Princesa de mi propio mundo. Suena engreído, pero es una forma bonita de verlo.
Quizá deberíamos dejar de vernos como princesas solamente porque hemos cometido el error de vernos gordas en el espejo. Muchas veces porque un imbécil lo ha dicho solamente para hacer daño. Muchas veces sin que sea verdad.
Y en caso de que lo seas. ¿Qué importa?