.

No quiero que nadie confunda esto con muchos de los otros blogs que hay que invitan a que uno quiera ser anoréxico o bulímico. Yo solo intento contar lo que no he podido contarle a nadie. Todo el mundo te juzga hagas lo que hagas, y preferiría poder desahogarme en un lugar donde pudiera ser yo misma sin necesidad de temer a cambio unos comentarios críticos del resto de la gente.
No creo que yo sea capaz de atraer a alguien al mundo de Ana y Mia, pero en el caso de que suceda, lo lamento, pues no era mi intención. Solo intento demostrar que esto puede parecer atractivo para gente descontenta con su cuerpo visto desde un punto de vista externo, pero si lo vives en primera persona, las cosas cambian.

No dejes que se apodere de ti.

No dejes que se apodere de ti.
Tú vales más que una imagen.

domingo, 21 de noviembre de 2010

.

Hace mucho que no escribo. ¿Que por qué? Ingreso voluntario.
Pero no quiero hablar de eso.
Me gustaría ser positiva. Un poco otra vez.

Me gustaría recordar que esto es como el vuelo de un pájaro. Hay que lanzarse para poder saber si puedes o no volar. Si puedes o no conseguirlo.
Hay pájaros que caen de sus nidos. Pero yo he visto infinitos más volando.

Me gustaría decir que esto te envenena por dentro, y aquel que pueda detenerse, que lo haga. Con cada latido, con cada ayuno, esto se hace más fuerte.
Sin embargo, no es más que una voz. Realmente, lo que tú estás haciendo es obedecer órdenes, hundirte por insultos, o tener en cuenta cosas que una vocecita dice en tu mente. Somos nosotras quienes nos autodestruimos por un bicho que vive en nuestro subconsciente.
Pero ese bicho es como el sonido. Puede ser más o menos fuerte. No podemos subir o bajar el volumen a nuestras anchas, pero podemos ignorar poco a poco lo que dice.
Al fin y al cabo, no es más que ruido. Un ruido que es tan insignificante que nos necesita para existir. Un ruido al que no voy a dejar vivir dentro de mi cabeza.
.
.
.
COSAS QUE ME VOY A PERDER SI CAIGO EN ESTO:
  • Casarme.
  • Encontrar trabajo.
  • Ir de cena a un restaurante romántico con esa persona.
  • Tener hijos.
  • Ser anciana y ver todo lo que he vivido.
  • Estar orgullosa de ser yo y de lo que he hecho.
  • Comerme la tarta de mi 18 cumpleaños sin remordimientos.
  • Comprarme mi propio piso.
  • Pelearme con mi novio por el modelo o color de coche.
  • Mirarme al espejo nada más levantarme y, a pesar de tener unas pintas horribles, pensar que soy la más bonita del universo.
  • Ver como mi hermano se gradua.
  • Encontrar un trébol de cuatro hojas.
  • Ver una puesta de sol en la playa en mi luna de miel.
  • Comprarme un peluche gigante.
  • Llenar la pared de mi habitación de cosas, tantas cosas que no se sepa de qué color está pintada.

Tantas tonterías me quedan por hacer... que me planteo si merece la pena quitarme la oportunidad de poder realizarlas.

Soy demasiado jóven aún. Y probablemente, tú también lo seas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario